miércoles, 23 de abril de 2014

Juegos, juegos y más juegos.

Pues aprovechando las vacaciones hemos jugado y jugado a todos esos juegos que compramos para echar una partidilla o por otras razones de menor peso y que al final solo acaban almacenando polvo en las estanterías. Esta experiencia nos ha demostrado que nunca hay que juzgar un juego por su portada. Tenemos mas juegos por ahí almacenando polvo que ya probaremos, pero preferimos centrarnos en unos pocos para exprimirlos lo máximo posible. El único criterio de selección fue la facilidad en el transporte, que en vacaciones estamos mu vagos. XD

Si pasáis de leer AQUI os dejo el link de nuestras primeras impresiones de cada juego. Falta el de "Erase una vez..." que nos quedamos sin batería y no teníamos el cargador de la cámara por falta de previsión. Cosas del directo. Como compensación a nuestros incondicionales otro día hacemos una reseña solo para él.

Pues empezamos nuestra lista con el Samurai Sword, versión japonesa del famoso Bang!

El planteamiento del juego es sencillo y llamativo. Hay tres bandos: El shogun con el samurai, el ronin y los ninjas. Al principio del juego se reparten cartas en secreto para decidir a qué bando pertenece cada jugador y solo el shogun, que solo puede ser un jugador, desvelará su carta. Además, junto a las cartas de bando, se dará otra carta que representa a una personalidad del folclore japonés y otorgara ciertas ventajas durante la partida al jugador que la posea.

Una vez se sepa quién es el Shogun y qué personalidad tiene cada jugador comienza el juego. La mecánica del juego es sencilla: cada jugador roba cartas de un mazo común que se sitúa entre los jugadores; las cartas se usarán para eliminar, entorpecer o ayudar a otros jugadores; la partida llega a su fin cuando el honor de algún jugador llega a 0. Para rebajar el honor inicial, que varía dependiendo del número de jugadores y si se es shogun, se usarán las diferentes cartas que hayas robado. La forma mas común de quitar honor es derrotando a otro jugador mediante el uso de armas, en ese caso el jugador derrotado pierde uno de honor que gana quien jugó el arma. También se pierde honor cuando el mazo se queda sin cartas y se puede ganar mediante cartas de daimyo. Además de las cartas de armas también están las que te otorgan mejoras permanentes y las cartas que quitan cartas a otros jugadores.

La partida se gana o se pierde en equipo, ahí está la gracia del juego, que solo se sabe quien es el shogun, no puedes estar seguro de quienes son tus aliados o tus enemigos. Este último aspecto es uno de los más interesantes del juego, intentar adivinar quién es tu aliado por las acciones de los otros jugadores. La sensación de secretismo esta muy lograda, muy malo y obvio se tiene que ser para desvelar a que bando perteneces.

Estar atento a cada momento es importantísimo en el Samurai Sword. 

Los peros son pocos. El primer pero es la sensación que se tiene en los turnos finales de a ver si acaba esto. Esta situación surge cuando los jugadores se quedan sin cartas y los turnos se basan en robar las dos cartas del turno, jugarlas sin éxito y desesperarse porque te salga un arma con el que acabar la partida.

El segundo pero son las personalidades, que aunque añaden un extra y algo de variedad al juego, pueden ser algo desequilibrantes. Hay personalidades como Benkei que son durísimas de matar, si a Benkei le sumas una Armadura se conviertes en un muro para la mayoría de jugadores. Algo similar pasa con Mushasi y Desenvainado Rápido, este combo crea una picadora capaz de matar con una sola carta de arma.

Ya solo queda un pero que puede ser fruto del azar: Hemos jugado cinco partidas a cinco jugadores y siempre ganó el shogun. Personalmente creo que el shogun y el samurai juegan con algo de ventaja, no solo porque el shogun empieza con uno más de honor, también está el hecho de que los ninjas para no descubrirse muy pronto deben evitar atacar al shogun, atacando al azar, cosa que puede acabar con los ninjas pegándose entre ellos. Otra cosa que juega a favor del Shogun y el samurai es que hay cartas que afectan a todo el mundo menos a quien la juega, esto significa que el ronin, que juega solo, se come las de los dos bandos haciendo muy difícil conservar su honor. 

Aquí estoy jugando de shogun, cuando "descubrí" quien era el samurai la partida fue un paseo.

En definitiva, el Samurai Sword es un juego muy divertido y sencillo con pocos defectos que pueden pasar desapercibidos. Un juego pero que muy recomendable. 

El siguiente juego es "El Casero". Un juego de una temática poco corriente para los juegos de mesa. Se basa en construir una barriada en la que alojar a unos curiosos inquilinos que te harán más o menos rico. 


Las reglas son sencillas, robas cartas, cada carta puede ser usada como una planta de los edificios al construirlos poniéndola en la mesa boca abajo o usándola según las reglas de la propia carta. Hay dos tipos de cartas, las de inquilinos que se colocan sobre los edificios construidos y es con lo que se gana dinero. Hay diferentes tipos de inquilinos, ricos y pobres que pagan más o menos alquiler, bares y profesionales que pagan más o menos ofreciendo ventajas y desventajas para el jugador que los tiene, otros que tienen restricciones a la hora de vivir con otros inquilinos e incluso malos inquilinos como los okupas o los nómadas que solo ocasionan problemas. El otro tipo de cartas se usan para perjudicar a otros jugadores o defenderse de ellos. Hay cartas como bomba, que destruye un edificio; desahucio, que echa inquilinos; o policía, que te protegen de okupas y pueden mandar a la cárcel a otros jugadores. 

La partida termina cuando se acaba el mazo de robo, el que más dinero haya sacado de sus inquilinos gana, así de sencillo.


Las virtudes de "El Casero" son su llamativo y divertido aspecto junto a la velocidad con la que se resuelven las partidas. Tiene el handicap de que es muy aleatorio, una buena mano inicial puede darte la partida si no hay por ahí otro jugador con una bomba. Este handicap se compensa por ser un juego corto, pero sigue haciendo partidas muy desequilibradas que pueden frustrar a mas de uno.

Lo que os decía del azar. En esta partida no me salio ni un solo inquilino con el que ganar dinero por lo que solo pude sentarme a mirar como jugaba el resto.Y ademas al segundo turno fui a la carcel... XD

Como conclusión quiero decir que es un juego que en relación calidad/coste está a la altura, pero que no llega a ser un juego bueno. Recomendable para jugadores ocasionales.

Y por último pero no menos importante el "Fairy Tale"


Fairy Tale ha sido el gran descubrimiento de esta jornada vacacional. Es un juego sencillo y terriblemente adictivo que se juega rápido, dejando con ganas de más. El sistema se basa en el draft de manos de 5 cartas. 

Como en los dos juegos anteriores hay un mazo común en el centro de la mesa del que cada jugador roba cinco cartas en secreto. Luego cada jugador elige una de esas cinco cartas y pasa las cuatro restantes al jugador a su izquierda o derecha, dependiendo de la ronda. Se vuelve a elegir una carta de esas cuatro cartas y se pasan las tres restantes, y así hasta que cada jugador haya escogido sus cinco cartas.

El objetivo del juego es conseguir puntos con las cartas elegidas. De las cinco cartas elegidas solo puntuarán tres que se colocarán en la mesa una tras otra. Las cartas puntúan en conjunción con otras, aumentando sus puntos si están combinadas. Hay cartas que ganan más valor cuantas más cartas iguales haya, otras cartas aumentan su valor si tienen otras cartas diferentes en mesa y otras solo puntúan con una combinación de varias cartas. Un ejemplo sería el jinete de dragón, que cuantos más dragones haya en juego, más puntos da.

Este proceso se repite otras tres veces para tener un total de 12 cartas en mesa con las que tendrás que obtener más puntos que los otros jugadores. 


A todo lo dicho anteriormente se le une que algunas cartas tienen habilidades como poner cartas boca abajo que no puntuarán al final de la partida y que al no puntuar también pueden disminuir el valor de otras cartas. También hay cartas que ponen boca arriba otras cartas recuperándolas para que puntúen al final de la partida. 

Como este juego nos ha parecido tan increíble que después de decir "esta partida y pa casa", aún jugamos otras cinco, ahora os lo explico:

Lo mejor del juego sin duda alguna es su duración, se juega en nada una partida, sin embargo, el tiempo de juego de cada jugador es mayor que el de otros juegos. Esto lo logran con una mecánica de juego que hace que todos los jugadores estén activos al mismo tiempo y jueguen exactamente lo mismo. No hay turnos, todo es simultáneo, en ningún momento hay sensación de parón como ocurre con la mayoría de los juegos donde se tiene que esperar a que te vuelva el turno, como mucho tendrás que esperar unos segundos al jugador tardón de turno, que siempre hay alguno. XD

Otra de las grandes virtudes de Fairy Tale es su gran equilibrio, si robas una buena mano la vas a compartir con el resto de jugadores. Si robas 4 ases, te quedas uno y el resto los pasas, si no te ha salido ningún as, es probable que te llegue alguno. Se tiene acceso casi a la totalidad del mazo en una partida, El azar es un factor poco determinante, todo depende de las decisiones que tomes para construir tu mano ganadora y de las decisiones que tomes para impedir que el resto de jugadores construyan su mano ganadora. Aunque tiene muchos más aciertos, el último que destacaría sobre el resto, es la continua toma de decisiones. Todo el rato estas ocupado, no hay ningún segundo de descanso, debes estar tan pendiente de tu lado de la mesa como del de los oponentes.

Por todo esto es por lo que encumbramos al Fairy Tail como el mejor juego de estas vacaciones. Os lo recomiendo de verdad a todos, independientemente del tipo de jugador que seáis. 

Pues hasta aquí nuestra reseña postvacional. Próximamente Erase una Vez y Bloodbowl el juego de cartas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario