jueves, 27 de marzo de 2014

Person of Interest

Pues aprovecho este jueves falto de acción para hablaros de lo que es para mi la mejor serie de la actualidad y que ya va por el final de su tercera temporada.



La premisa argumental es sencilla y bastante actual. Harold Finch, genio informático y multimillonario, crea una máquina capaz de predecir atentados terroristas y crímenes antes de que sucedan, para ello, la máquina monitoriza a todo el mundo a través de sus móviles, pcs, camaras, emails, etc... Harold entrega la máquina al gobierno en la creencia que le darán buen uso.

Harold se arrepentirá de como programó la maquina, una de las directrices que dio a su maquina era diferenciar entre los atentados relevantes por su gran impacto y los irrelevantes por ser sus daños menores, a estos últimos el gobierno no prestará atención alguna y la máquina los descarta al final del día. Para remediar el desinterés del gobierno por el hombre de a pie, Harold creará una puerta trasera en la maquina que le facilite el numero de la seguridad social de los objetivos irrelevantes. El informático, consciente de que sus habilidades no se adecúan a la tarea de evitar los crímenes, contrata a Jonh Reese, un ex-agente de la CIA que realizara todo el trabajo de campo.

Bueno pues con este argumento comienza la primera temporada, que parte con la peculiaridad de que el número de la seguridad social dado por la maquina no especifica si se refiere al agredido o agresor, sea consciente o no de lo que sucede. La primera Temporada es sin duda alguna la mas floja, le daría un 7,5 sobre 10, que es bastante más de lo que daría a la mayoría de series. Los capítulos son en su mayoría autoconclusivos, siguiendo el formato: aparece número, vigilan al número, contactan con el número, vuelta de tuerca argumental donde se desvela si el numero es agresor o agredido y conclusión del capítulo. Como en todas las series los primeros capítulos sirven para presentar a los personajes y el trasfondo en el que se van a mover.

La primera temporada es notable, no obstante, en sus inicios no ofrece mucho más que otras series que siguen el mismo patrón, salvo su diversidad, de la que hablaremos más tarde. Es al final de la temporada cuando empieza el hilo argumental central de la serie y ésta empieza a ganar en profundidad a todos los niveles. Los personajes dejan de ser tan estereotípicos y asépticos ganando personalidad y un trasfondo que explica su conducta. También la máquina empezara a ganar protagonismo y todo cuanto la rodea, apareciendo varios antagonistas que enriquecerán la serie de manera significativa. Por último, al final de temporada también se nota la constante mejora de la historia central, que empieza de manera sencilla y gana en complejidad. 

La segunda temporada empieza con una mejora de la calidad significativa fruto de los cimientos que se levantaron en la primera temporada. También abundan los capítulos autoconclusivos, pero de mayor calidad consecuencia de como los responsables de la serie empiezan a definir su propio estilo, como se ha aprendido a querer a los protagonistas y antagonistas a lo largo de la primera temporada y a la gran variedad de situaciones que presenta y que son llevadas de manera sobresaliente. Insistiré en este último punto, pues uno de los puntos fuertes de esta serie es como toca casi todas las ramas de una manera acertada y solida. Un capitulo puede tener una trama policíaca, la trama del siguiente puede ser de espionaje, y el próximo capitulo convertirse en un thriller o abundar la acción. Y mientras se intercalan esta sucesión de géneros, también se dan pinceladas de humor, ternura o paranoia en la cantidad exacta para conseguir la perfección en cada capitulo.

A todo lo dicho anteriormente sobre la segunda temporada, se le une el hecho de que la historia central cada vez gana mayor complejidad, interconectando acontecimientos y personajes sin fisura alguna, fruto seguramente de una gran planificación argumental. La historia central se ve reforzado por una subtrama a la que se dedican varios capítulos y que empezó de manera tímida en la primera atañendo sobre todo a los personajes secundarios, ampliando aún más el abanico de posibilidades argumentales, basto ya de por sí, que tiene la serie.

También hay que destacar el final de infarto que tiene la serie, que deja con tantas preguntas y posibilidades, tanto en la trama central como en la subtrama, que obliga a seguir viendo la tercera temporada.

La calidad de la tercera temporada se resume rápido, es como la segunda, pero con todos sus puntos fuertes, aún más fuertes. Destacable cómo se pone el broche final a la subtrama iniciada en la primera temporada y el desarrollo que está tomando la historia central que hace que mire tres veces cada día si ya esta disponible el siguiente capitulo.

En resumen, una joya como pocas.   

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